A lo largo de la historia, el oro ha sido y será un metal significativo para ciertas personas que le dan un valor económico, por esas razones deciden invertir en él. Al adquirir la pieza se debe asegurar que sea oro auténtico, si la joyería es reconocida no habrá inconvenientes, pero si es dudosa habrá que asegurarse.
Para determinar que las piezas o joyas son de oro auténticamente, existen variados métodos, inclusive que se pueden aplicar en casa con prácticas sencillas. Lo primero, es observar detalladamente la pieza y buscar una marca que indica los quilates que contiene esa pieza para aclarar tu duda.
Aunque, también puedes tomar la pieza y aplicar unas gotas de la mezcla de limón con bicarbonato si al secarla con un paño blanco queda una mancha negra no es oro puro, pero si no presenta ninguna mancha la pieza es de oro. Como estas pruebas hay otras más.
Busca el sello indicativo de pureza
Generalmente, cuando se confeccionan las joyas de oro, se debe plasmar el contenido del oro en dicha pieza, es decir, expresar la cantidad de quilates (10,12, 14, 18, 24k) que contiene la misma para que el comprador tenga fe de ello.
Por eso al tener una pieza o prenda de oro y exista la duda, la primera opción es revisar muy bien la joya y buscar esa información que debería contener. En caso contrario, deberás recurrir a las pruebas para determinar la validez o consultar a un experto.
Usa un imán
Existe una manera de comprobar que la pieza sea verdaderamente oro y es con la ayuda de un imán, aunque algunos piensan que está un poco desactualizado, pero es definitivamente muy efectivo y comprueba que no sea un baño de oro.
Lo más recomendable es buscar un imán que no sea muy pequeño y que sea muy fornido similar a los de neodimio, los cuales son los más potentes en el mercado. Recordando, el imán es un metal magnético y al acercarlo a la pieza se atraen y queda comprobado que no es oro en realidad.
Frótalo contra la cerámica
Otra prueba común que se puede aplicar para comprobar la veracidad del oro en una joya, es tomar una pieza de cerámica y frotar la joya que está a prueba. De acuerdo al color que resalte en la pieza de cerámica se determinará si es oro o no.
- Si la marca es de color negro, la pieza no contiene oro realmente
- Si por el contrario deja una marca de color dorado, indica que la pieza contiene el brillante metal denominado oro
Emplea acidó nítrico
Hay un método muy efectivo para conocer si una pieza está realmente diseñada en oro y es aplicando un poco de ácido nítrico, aunque no es fácil conseguirlo, de lograrlo se debe guardar la debida protección al utilizarlo, pero si sientes temor pide a un joyero que realice la prueba.
No obstante, si decides hacerla tú mismo sigue los siguientes pasos, siempre guardando el debido cuidado al manipular el ácido:
- Busca un envase o contenedor de acero inoxidable y coloca la pieza que deseas probar.
- Añade una gota de ácido nítrico y espera unos minutos para observar cómo reacciona, observa con detenimiento
Estos son los resultados:
- Si se torna de color verde, indica que la joya está diseñada o elaborada en otro metal y que solo contiene un baño de oro.
- Si se observa una tonalidad blanca, está la posibilidad que la joya haya sido elaborada en plata y le hayan aplicado un baño de oro.
- La joya se torna de color dorado, es posiblemente que hayan utilizado latón con un baño de oro.
- Si no se produce ningún cambio o reacción en la pieza, sino que permanece igual significa que la joya está auténticamente diseñada en oro
Lleva la joya a un taller de joyería
En caso de aplicar las pruebas que te permiten determinar si una joya es verdaderamente diseñada en oro y no te resulta convincente, lo más indicado es dirigirte a un joyero y pedir que aplique la evaluación exhaustiva para que determine si la joya está diseñada en oro efectivamente.
Lo que realmente certifica que una pieza o joya está diseñada en oro es el certificado que todo vendedor debería otorgar cuando un cliente adquiere la misma, o en su defecto plasmar en el lugar preciso la cantidad de oro en quilates que contiene la joya que está vendiendo.
Aunque, si el comprador frecuenta joyerías de trayectoria reconocida para comprar sus joyas, no deberían existir dudas y él mismo puede certificar que la joya contiene oro puro.
Más sin embargo, esta el caso de recibir joyas por herencia u obsequios que no indican la cantidad en quilates en la respectiva joya, pues le corresponde aplicar algunas de las pruebas explicadas en el contenido antes expuesto.
¿Estás dispuesto a aplicar alguna de las pruebas a tus joyas de oro en caso de duda?
